Una de las últimas tendencias dentro del mundo de la astronomía y uno de los grandes descubrimientos de nuestra era son los llamados exoplanetas. Planetas exteriores a nuestro sistema solar que orbitan alrededor de otra estrella dentro de la misma galaxia, del mismo mod que la tierra lo hace alrededor del sol.

historia de los exoplanetas

Estos elementos astronómicos abren nuevas posibilidades a los investigadores para descubrir nuevos entornos vitales e incluso nuevas formas de vida, que hasta ahora no eran conocidas. Aunque es cierto que la investigación sobre estos planetas actualmente se encuentra en su fase inicial, son varias las pruebas de su existencia y especialmente las que podrían demostrar que estos elementos pueden cambiar la forma en que hemos entendido el universo para siempre.

Qué son los exoplanetas

Antes de profundizar, es importante tener claro qué son los exoplanetas y qué supone su descubrimiento para la astronomía moderna. Según la descripción que ofrece la NASA, los exoplanetas son aquellos que orbitan alrededor de otras estrellas, pero se encuentran dentro de nuestro sistema solar.

Dicho de otra manera, podrían ser planetas que formarían parte de nuestra galaxia, pero que, debido a la distancia a la que se encuentra y al resplandor de las estrellas alrededor de las cuales orbitan, resulta más complicado encontrarlos.

Por eso hemos tardado tanto en descubrirlos, dado que ha sido necesario disponer de herramientas especiales para encontrarlos. Entre ellas se encuentra el satélite Kepler, lanzado en el año 2009 y que, gracias a su moderna tecnología, ha permitido encontrar varios de estos exoplanetas en la zona exterior de nuestro sistema solar. Pensemos que el procedimiento para descubrir estos exoplanetas no se basa en un simple telescopio, sino que requiere el descubrimiento de formas o estrellas tambaleantes.

Pensemos que una estrella que tiene planetas no suele orbitar de forma perfecta, sino que se suele mover en una forma más irregular, haciendo que la estrella parezca moverse o bambolear desde la distancia. Estos movimientos son los que Kepler detecta para tratar de buscar los exoplanetas en el entorno de dichas estrellas bamboleantes.

Otro elemento importante a tener en cuenta es el cambio de luz que estas estrellas bamboleantes tienen con el paso del tiempo. A medida que el planeta orbita delante de la estrella en el ángulo situado entre el telescopio y la misma, la presencia del planeta provoca un cambio en la luz generada.

Algo que podemos entender si pensamos en nuestro sistema solar, dado que cuando la Tierra pasa por delante del Sol, resulta en un apagado parcial de la luz a la hora de girar. La sombra que generan, gracias a las herramientas con las que cuenta el telescopio, sirve tanto para detectar el exoplaneta como para medir parámetros tales como su distancia o sus dimensiones.

Qué nos dicen los exoplanetas

Una de las ventajas que tienen los exoplanetas es que son capaces de contarnos muchas cosas acerca de la historia de nuestro sistema solar y también de ellos mismos. Pensemos que muchos de estos exoplanetas pueden presentar formas primitivas que recuerden a las que tiene la Tierra, o bien demostrarnos que en ellos existen ciertos elementos que hacen que la vida pueda ser posible. Es lo que ocurre con K2-18 b.

Historia del sistema solar

Este exoplaneta, descubierto recientemente por el telescopio James Webb ya mencionado, se encuentra a una distancia de 120 años luz de la Tierra, situado dentro de la constelación de Leo. El planeta orbita alrededor de la Enana roja K2-18 en su zona habitable y aunque fue descubierto en 2019, dada la distancia a la que se encuentra, posteriormente han ido llegando datos que podrían confirmar su posible habitabilidad.

Entre ellos se encuentran unas dimensiones situadas entre las de Neptuno y la Tierra, o el hecho de que su atmósfera contiene moléculas de carbono, tales como las generadas por el dióxido de carbono o el metano. Algo a lo que se suma también la presencia del dimetil sulfuro. Este compuesto es habitual dentro de los entornos en los cuales existe fitoplancton marino y podría sugerir la presencia de formas de vida semejantes a las terrestres en el planeta.

Dado el especial interés de este exoplaneta, los esfuerzos de la NASA se han orientado precisamente a profundizar en el conocimiento del mismo, algo imprescindible a fin de intentar valorar tanto la viabilidad de la vida del planeta como incluso a confirmar que esta pudiera haber estado presente en el pasado o actualmente dentro del mismo.

Obviamente, las dificultades son considerables dada la amplia distancia y las circunstancias complejas en las que debe realizarse la exploración, pero no cabe duda de que en un futuro tendremos más noticias al respecto.

¿Son los exoplanetas habitables? ¿Puede haber vida en ellos

Una de las grandes cuestiones que se plantean tanto los científicos como la ciudadanía en general respecto a los exoplanetas, estos son habitables e incluso si alguno de ellos puede albergar vida. Actualmente no se han encontrado exoplanetas en los cuales se den condiciones para que pueda existir vida más allá del ya mencionado K2-18 B. Este alberga ciertas características que podrían inferir tanto la presencia de elementos vivos similares a los de la Tierra, como las de unas condiciones de atmósfera y demás en las que esta pudiera darse.

De todos modos, la respuesta real a estas dos preguntas es que por ahora no hay confirmación, pero nada descarta que en un futuro sí pueda verla. Pensemos que dentro de la inmensidad del universo, la presencia de exoplanetas es considerable y nada nos dice que en uno de ellos no puedan darse las condiciones necesarias para la vida o que incluso esta pueda haberse desarrollado. Algo parecido a lo que ocurre con el descubrimiento de agua líquida en Marte. Un hallazgo que infiere que podría darse vida o que las situaciones del planeta puedan ser en algún momento similares a las de la Tierra.

Así pues, no cabe duda de que estas dos serán las grandes preguntas del futuro de la astronomía y en las que la NASA y el resto de científicos ya se encuentran trabajando. Sobre todo por el descubrimiento que puede suponer lo que pueden aportar a nuestra sociedad y también por lo que implicaría la posibilidad de descubrir finalmente vida similar a la nuestra en otros planetas.